La Standard, una antigua empresa británica, creada por R.W. Maudslay en 1903, presenta en 1948 su novísimo modelo Vanguard, el primer auto británico de nuevo diseño de post guerra destinado a un mercado masivo. Si bien su diseño estaba inspirado netamente en modelos estadounidenses, especialmente Ford y Mercury del 46, lo que se aprecia en la redonda sección trasera, (inusual para un vehículo inglés) y el estilo de su capot, máscara y parabrisas.
No fue del gusto de todos, pero en las condiciones existentes el año 1948, el ofrecer un vehículo sólido, relativamente amplio, según las costumbres europeas, embellecido con cromados y muy confiable, aseguraba éxito total. Lo comprueba el hecho que este auto fue fabricado o ensamblado en once países, entre ellos Brasil. También lo comprueba su larga permanencia en el mercado. El diseño original se mantuvo en producción por 4 años y versiones posteriores sólo cambian la estética para modernizarlo, ganando entonces un maletero externo.
Su motor, extremadamente confiable, derivaba del diseño efectuado por Ferguson para el avanzado tractor del mismo nombre, lo cual comprueba que la calidad técnica estaba ya incluida en el diseño. Sus 2088 cc estaban alimentados por un carburador de garganta simple que extraía 68 HP. Su caja de cambios era de tres velocidades, con cambio en la columna de dirección, siendo este mecanismo una de las partes débiles del auto. La suspensión le otorgaba una marcha más suave que las de los autos ingleses típicos aunque los amortiguadores, según la prensa de la época, eran más pequeños de lo óptimo. Con toda esta mecánica, el redondo auto Vanguard alcanzaba sin problemas una velocidad de alrededor de 130 kilómetros por hora, siendo capaz de efectuar largos viajes a 100 km/h, sin grandes incomodidades.
El auto alcanzó un éxito formidable en un mundo que recién saliendo de la Segunda Guerra era más austero y todos quienes tuvieron uno, en cualquier país, lo recuerdan con cariño.
A Chile también llegaron bastantes aunque ahora, 60 años después, no queda casi ninguno. Alguna foto debe existir por allí donde aparezca alguno de los dos o tres Standard que incluso trabajaron como taxi (pintados negro con amarillo) en Santiago.